Como secuela de Atlas Negro, la portada de Atlas Rojo mantiene el estilo oscuro y esotérico de su predecesor: Atlas Negro, con un fondo rojo intenso que resalta la atmósfera apocalíptica. El diseño del símbolo central sigue las líneas finas y complejas, esta vez presentando una cabeza demoníaca de dragón sobre símbolos esotéricos. La tipografía, al igual que en Atlas Negro, es una sans-serif geométrica experimental, la cual, como todo el diseño, refuerza la conexión entre ambas obras y el universo en el que se desarrollan.
